WEBMAIL
 

Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.

Get Adobe Flash player

 
Inicio | Historia | Misión y Visión | Ediciones | Contáctenos | Comisión

BÚSQUEDA POR TEMA :
MINISTERIO
IGLESIA
HISTORIA
ALABANZA
MOTIVACIÓN
FAMILIA
MUJER
SALUD
UNIDAD
JÓVENES




 
 

 

 

 

La Infidelidad Conyugal

Por Pastor Fidel Antonio Molina*

Cuando un hombre y una mujer se casan, en el día de la boda se comprometen y empeñan la palabra de amarse, consolarse, honrarse y conservarse el uno para el otro, hasta que la muerte los separe.

¿Se cumple lo anterior al pie de la letra? No. Muchos matrimonios fallan y caen en infidelidad conyugal. Las estadísticas reflejan que el hombre es más infiel que la mujer, aunque la mujer es más deseada por el hombre; esto vino como castigo. En el Edén, dijo Dios a la mujer “…y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”. Génesis 3:16b. Según el plan de Dios, la relación conyugal está basada en el amor y sumisión mutua en el temor de Dios. Efesios 5:21. Pero un resultado del pecado es la degradación de esta relación sublime a un nivel instintivo de simple deseo y dominación.

En algunos casos, la infidelidad conyugal es provocada por la mujer, en otros, por el hombre. La Biblia dice en 1ª Corintios 7:3 “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido”. Siendo honestos, hay hombres que tienen intimidad sexual con su esposa y se interesan solo en satisfacerse ellos, sin importar los deseos de su pareja.

El texto dice: “El marido cumpla el deber conyugal…”, en otras palabras, no buscar su propia satisfacción sino también la de su esposa; esto evitara una infidelidad, cuya culpa recaerá en el esposo. También, le ordena a la mujer cumplir con el deber conyugal, es decir, no negársele al marido; argumentándole no querer más hijos, estar enferma, cansada, con sueño y muchas otras excusas.

Oí de un matrimonio donde la mujer se le negaba al esposo con la excusa que le dolía la cabeza. Un día fueron al zoológico, la esposa vestía minifalda y se detuvieron en la jaula de los gorilas, los animales al ver a la mujer semi-vestida, fueron provocados y con gran fuerza, casi rompían los alambres de maya ciclón. La dama entendió que ella los había descompuesto, le gritó al esposo, “amor sálvame”, y el respondió, “deciles que te duele la cabeza”.

Muchas esposas lanzan a su marido al adulterio por no cumplir con el deber conyugal. Cuando la esposa se niega en casa, otras se ofrecen en bandeja. 1ª Corintios 7:4,5 “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino su marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”. La primera parte del versículo 5 dice: “No os neguéis el uno al otro,…” y al final del texto: “Para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia”.

He tratado y aconsejado en ambos sexos. Las quejas más comunes son el desajuste sexual, donde la mujer se queja que no hay satisfacción por parte del marido; y en el caso del hombre, éste se lamenta que la mujer le niega intimidad. Mencionaré dos casos. Un hermano me contó que ya no soportaba que su esposa desde que nació su hijo menor, no se dejaba ni tocar. El niño tenía ya 12 años de haber nacido, tiempo en el cual este hombre estaba casado y soltero a la vez.

¡Qué ingratitud! También una mujer que a cada rato le era infiel al esposo, al preguntarle porque lo hacía me dijo “Mi esposo no es hombre para mí, a él le interesa satisfacer sus necesidades biológicas sin importarle las mías, por eso le soy infiel”. No cumplir con el deber conyugal, es una fuerte causa de infidelidad entre esposos.

Cuando ambos quedan satisfechos, se desesperan el uno por el otro, el hombre no piensa en otra mujer, ni la mujer en otro hombre. Cuando uno de los cónyuges es carnal, ve a otras u otros, mejores que su pareja; pero cuando son espirituales, aunque la esposa sea una cascarita, la mira siempre bella. En el caso de la mujer, aunque el esposo esté desdentado, barrigón, renco y acabado físicamente, ella siempre lo ve bonito, como cuando se casaron.

Los carnales con facilidad caen en infidelidad conyugal. 1ª Corintios 7:2 dice: “Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”. Las Escrituras afirman que el varón debe de tener una sola mujer. Génesis 2:24; Marcos 10: 1-8; 1ª Corintios 7:2-4. Un cónyuge espiritual permite que su matrimonio lo separe solo la muerte, hasta entonces está libre de la ley matrimonial y puede volver a casarse.

Para que esto suceda, deben ser temerosos de Dios y obedientes a su Palabra. Además, amarse, respetarse, atenderse, perdonarse y ser humildes, bajo la guía del Espíritu Santo. Valga entonces, un consejo final para que no exista infidelidad conyugal. Establezcan el altar familiar, que su casa sea un verdadero santuario, donde more Dios.

No olviden que el hombre es cabeza y la mujer, cuerpo. Un hombre con dos mujeres, es una cabeza con dos cuerpos y una mujer con dos hombres, es un cuerpo con dos cabezas, ¿Un fenómeno, verdad? ¿Cómo eres tú?

 *El autor es el Subdirector de Revista LUZ Y VIDA.

 

 

 
 

 

INICIO | HISTORIA | MISIÓN Y VISIÓN | SUSCRIPCIÓN | CONTÁCTENOS | WEBMAIL

luzyvida.com.sv © 2018 All Rights Reserved.